sábado, 1 de mayo de 2010

Tendré que comprar los gatos

Como muchas chicas de mi edad estoy buscando pareja, porque para mí no hay mejor manera de pasar el tiempo que con una persona cerca dándote ánimo, haciéndote reír y bueno, todo lo que involucra tener un hombre al lado.

Desde que llegué a Argentina he salido con al menos tres chicos con los que obviamente no he establecido algo duradero, porque sino no estaría hoy escribiendo este post. Al primero (Maxi) lo conocí por un amigo venezolano en común. Yo tenía pocos días acá en Buenos Aires y aún pensaba en mi ex novio, razón por la cual duramos menos tiempo como pareja que un kilo de azúcar en super mercado venezolano. Luego vino Martín un chico copado, estudiante de dirección de arte, pero con el que después de dos citas no me había dado el primer beso y con quien el tema de conversación más importante fue la cursi película "If only", otra pareja que no fue en menos de tres meses y el más reciente es Tony.

Tony es un chico enano, calvo y narizón, pero tan inteligente que cualquiera estaría a su lado sólo para escucharlo hablar. A él lo conocí en un vuelo de Aerolíneas Argentinas el día que volvía de mis vacaciones en Venezuela, él había ido por trabajo, hablamos durante todo el vuelo y yo que le tengo terror a los aviones quería que las ochos horas de vuelo se convirtieran en 20, para seguir con él, lo cual me empezaba a alarmar porque eso no pintaba bien.

Llegamos a Buenos Aires, intercambiamos teléfonos, me trajo hasta casa y tres días más tarde estábamos en un bar de Palermo en nuestra primera cita, que fue muy divertida y terminó a las cinco de la mañana en un banco en la plaza frente a mi departamento. Pasaron los días y todo se proyectaba super bien, conocí a su hermano y un par de amigos, pasamos un fin de semana hermoso en su casa en Tigre y de la noche a la mañana ya no estamos juntos. ¿Será que lo aburrí? ¿Será él o seré yo? ¿Me resigno tan pronto a ser una vieja solterona con una cuarentena de gatos y a quien sus vecinos sienten una profunda lástima?


Volví

Hace algunos días me mandaron a hacer en la facultad una presentación sobre quién soy, al principio pensé que era pan comido, nada de lo que dijera podía estar mal, porque a fin de cuentas estaba hablando de mí y ¿Quién puede saber más de mi que yo?

Después de no menos que quince intentos para encontrar la descripción adecuada, recordé que un tiempo atrás había empezado a escribir un blog que en los pocos post que tenía, hablaba mucho de mí, tanto que se notaba mi falta de constancia porque hace más de un año que no posteaba nada, lo leí y en seguida pensé en comentarle a mi roommate temporal sobre este pequeño espacio que, por inconstante, había abandonado. Lo leyó y sus palabras fueron -no sé si por buena onda o por hacer que me callara: "Marica, ¿Por qué no lo continúas? A mí me gusta".Le hice caso y acá estoy otra vez, haciendo algo que me gusta mucho: Escribir.