lunes, 15 de diciembre de 2008

Hablemos en serio

¡Ya basta! No soporto ver en todas las novelas venezolanas la figura del galán perfecto, no hablo sólo del físico, me refiero a las palabras que dicen y las cosas que hacen. No quiero sonar como una feminista estúpida que no cree en los hombres ni en el amor, porque no es así. Lo que me molesta es que quieran vender la imagen del hombre perfectísimo que se enamora de la niña buena en el primer capítulo y ya en el tercero le está diciendo lo mucho que la ama y cómo ella le ha cambiado la vida.

Sé que la realidad hay que maquillarla porque esas novelas son un elemento distractor para todas las amas de casa que, frustradas porque sus maridos no son ni la mitad de atractivos ni la mitad de caballeros que los de la mentada novela, viven sus fantasías a través de la protagonista, que además de hermosa es más buena que el pan y que enamoró al galán solamente con decirle Hola, al mejor estilo Jerry Mcguire.

Desde mi muy escasa experiencia amorosa –digamos 3 novios legales- puedo asegurar que ninguno me dijo que me amaba en nuestro segundo encuentro –el equivalente al tercer capítulo del culebrón-, no porque no lo merezca sino porque aún no veía venir esa posibilidad. Lo más cercano a futuro que podía ver el muchacho en cuestión era a mí metiéndome en su cama y que por no lograrlo tuvo que insistir y bueno terminó enamorándose.

Es que acaso no se dan cuenta que esas frases prefabricadas y esas actuaciones “románticas” ejecutadas por el protagonista para robar el corazón de la bella damisela, hacen cada vez más difíciles las relaciones de pareja ¿Por qué? Porque en lo más secreto la mayoría espera que el hombre de sus sueños -lo que ya es terrible- actúe como el galán venezolano, es decir que se acuerde de todas las fechas especiales, que le regale un carro nuevo cuando se conviertan en novios formales y que le pida la mano con un anillo de oro blanco y un diamante de 30000000 kilates. Y por su parte se despierta un sentimiento de frustración en los hombres, quienes se ven forzados a mentir sólo para tener una noche de sexo y sufren la desgracia de escucharnos llorar porque no se acordaron del primer aniversario de nuestra primera lluvia juntas, que no es lo misma que la primera vez que nos bañamos juntos bajo la lluvia.

Hablemos en serio, estas historias están haciéndonos daño.

 

3 comentarios:

  1. Vergacion!!!, valla manera de dejar salir todo eso... pero la verdad ese es uno de los puntos xq no muchos hombres ven novelas!!! ESOOOOOOOOOO ES PUROOO MOJON!!!; y donde dejas, las twist?? cosas como, q mataron a la protagonista y reencarno en el cuerpo de la hermana? o q son familia leja del tio del protagonista?? o q la mama de uno de ellos, fue esposa de el papa de la otra y no saben si son familia.. x dios!!!

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  2. Para complementar lo que dice el post...Hoy vi que una universidad realizó un estudio en el que plantea que las comedias románticas afectan las relaciones de pareja porque generan demasiadas expectativas, esto podría extrapolarse a la novela venezolana...

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  3. Yo ví demasiadas novelas en mi vida y así me va en la vida.
    Saludos.

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